ASPECTOS BÁSICOS
Es una patología neurológica que afecta progresivamente a las funciones cognitivas (memoria, habla, razonamiento, compresión, etc.) y por tanto al comportamiento, situación que conlleva a la imposibilidad de realizar las tareas cotidianas más simples.
Se suele detectar en personas con más de 65 años, variando la intensidad desde leve a grave, donde la persona ya depende de cuidadores al no poder valerse por si misma.
CAUSAS ¿CÓMO AFECTA AL CEREBRO?
Entre las causas más conocidas se encuentran las alteraciones cerebrales debidas a la presencia de placas amiloides y ovillos neurofibrilares, así como la pérdida de conexiones neuronales que afecta no solo a la información entre diferentes áreas del cerebro, sino también a la que se transmite a otros órganos y partes del cuerpo. No obstante esta enfermedad se encuentra en constante investigación para tratar de entenderla mejor, pues se cree posible una combinación de factores genéticos (especialmente cuando se desarrolla de forma temprana) y externos, como el estilo de vida y el medio ambiente.
A nivel a anatómico, como podemos ver en la siguiente imagen, al equiparar un cerebro en estado de salud con uno con Alzheimer, claramente se evidencia un menor tamaño del órgano con afectación de sus estructuras, podría comparase a lo que ocurre ante una densidad ósea normal al compararla con la de una persona que padezca osteoporosis; el cerebro se encuentra encogido y con pérdida de densidad debido a la muerte neuronal.
Según la ciencia, se postula que la enfermedad ya esté presente una década, o incluso antes de que se presenten los primeros síntomas, por lo que sería de vital importancia su detección precoz para tratar de detener su progresión en la medida de posible.
POSIBLES SIGNOS Y SÍNTOMAS
Aunque la pérdida de memoria sea la más conocida, con olvidos más habituales de lo normal para la edad que se tiene, pero que no llegan a afectar al desarrollo normal de la vida, lo cierto es que la sintomatología difiere de una persona a otra, de tal modo que incluso inicialmente se puede notar dificultad para encontrar las palabras adecuadas en una conversación, alteraciones visuales y espaciales, de razonamiento, etc.
DIAGNÓSTICO
Además del completar una anamnesis que incluya síntomas sospechosos, medicación, tipo de alimentación, otras enfermedades,…Se usan pruebas de memoria, atención, etc., análisis de sangre y orina, además de pruebas de imagen (ej. TAC, RM, TEP) para determinar las anomalías descritas.
Se están estudiando posibles biomarcadores no solo a nivel cerebral, también en el líquido cefalorraquídeo y en sangre, especialmente en personas con síntomas no del todo claros o con mayor riesgo de sufrir esta enfermedad para lograr un diagnóstico precoz.
FASES
Leve: Se puede observar ciertas pérdida de memoria y algunos otros deterioros cognitivos no graves, no obstante también es posible que el individuo comience a perderse, tenga dificultad para manejarse económicamente, tienda a repetir o preguntar las mismas cosas, se observen cambios en su comportamiento e incluso en la personalidad y que tarden mas de lo habitual para realizar sus actividades cotidianas. Normalmente el diagnóstico se realiza en esta fase.
Moderada: Al existir mayores lesiones cereales, surgen alteraciones evidentes de razonamiento, conciencia, lenguaje, mayor pérdida de memoria, confusión y hasta falta de reconocimiento de personas allegadas, problemas de aprendizaje de nuevas tareas e imposibilidad de realizar actividades diarias como vestirse, entre otros problemas. Es lógico que en esta fase no se puede realizar una vida normal, con una alta dependencia por ello. Lamentablemente se dan situaciones de manejo más complejo, como alucinaciones, comportamientos agresivos e impulsivos, etc.
Grave: Fisiopatológicamente se encuentra un cerebro afectado de manera extensa, con una muy abundante presencia de placas y ovillos, además de encogimiento. El enfermo es incapaz de comunicarse con los demás y depende completamente de cuidadores. En fases avanzadas el individuo pasa cada vez más tiempo encamado hasta que lo está totalmente, con el deterioro que ello y la enfermedad suponen.
TRATAMIENTO
No se conoce que un único tratamiento sea capaz de tratar la enfermedad de manera óptima, por lo que a día de hoy además de la medicación se recomienda aumentar la actividad física, mejorar la dieta y practicar tareas para mejorar el área cognitiva:
- Medicación: Existen diferentes tipos dependiendo de la gravedad, sin embargo no se trata de fármacos que actúen sobre la causa sino sobre los síntomas y no se obtiene el mismo resultado en todos los pacientes. Los que tratan por ejemplo los depósitos amiloides están en investigación.
- Manejo cognitivo-conductual: En fase leve prima la estimulación de la atención, concentración, memoria, etc., tratamiento de la aceptación y adaptación a la patología por parte del entorno, así como el mantenimiento de una rutina diaria. En fase moderada se aplica la terapia lingüística, pues la alteración del lenguaje es importante, además de ayudar al paciente a mejorar el estado de confusión y amnesia mediante ejercicios de recuerdo de eventos pasados en su vida. Se mantendrá la rutina y sería aconsejable reducir estresores. En fase avanzada, dado el grado de limitación del afectado la tarea aquí será de estimulación sensorial.
- Dieta: Deberá ser lo más saludable posible, con gran riqueza de alimentos vegetales y reducción de los animales, siempre atendiendo a los gustos del paciente para una mayor tolerancia e incluso con modificación de la textura si su estado lo requiere (problemas de masticación, deglución, etc.)
- Ejercicio físico: No solo reporta una mejoría de la salud a nivel física, sino también mental y de calidad de vida general. En cuanto a esta enfermedad se ha observado efectos positivos a nivel cognitivo, de atención, memoria, etc., posiblemente derivado de la estimulación del crecimiento neuronal, entre otros aspectos beneficiosos para el cerebro.
APOYO A LA FAMILIA O CUIDADORES
La atención de pacientes con Alzheimer supone un alto requerimiento no solo económico, sino también físico y emocional de sus cuidadores, pues necesitan cuidados diarios, por lo que es de importancia que las personas que se encarguen de estas tareas sean formadas tanto sobre la enfermedad y tipos de ayudas al enfermo como sobre las formas el apoyo de manera saludable, evitando sobrecargas en el cuidador.
Si quieres conocer más sobre esta enfermedad, tienes disponible nuestro curso: ATENCIÓN PSICOSOCIAL A PERSONAS CON ALZHEIMER, donde podrás adquirir conocimientos más profundos que te capacitarán para proporcionar un cuidado óptimo de estos enfermos.
muy interesante el artículo, me gustaría saber más sobre el curso de Alzheimer. Soy TCAE y siempre me ha interesado bastante esta enfermedad.
Nos alegramos mucho, en el enlace del propio artículo tienes información sobre el curso o bien puede escribirnos a info@concienciaformacion.com
Un saludo